De acuerdo con la teoría de los investigadores, se supone que los sicarios ingresaron al hospital en busca de una persona que estaba internada y que había sido trasladada por el Servicio Penitenciario. Lo hicieron con barbijos puestos, para pasar inadvertidos.

En pleno ataque, se produjo un forcejeo con los policías que se encontraban custodiando el lugar, en el que, según los testigos se escucharon alrededor de 5 y 10 disparos.

Uno de esos disparos fue para un oficial que se enfrentó cuerpo a cuerpo con uno de los sicarios. Si bien fue trasladado en estado crítico al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, a los minutos se constató su muerte. En el medio del ataque, una enfermera también resultó herida.

Si bien se montó un enorme operativo de seguridad, los delincuentes escaparon en un Fiat Uno gris y son intensamente buscados a través de las cámaras de seguridad de la zona.

El caso es investigado por la fiscal Gisela Paolicelli y, según trascendió, los asesinos se escaparon en un Fiat Uno y, por el momento, no fueron encontrados.

El preso que se encuentra en el hospital se llama Gabriel, según informó La Capital de Rosario y se trata de un hombre que cumple una condena de más de 22 años de cárcel por homicidio y tentativa de homicidio. El mismo integra la banda de Hernán "Lichi" Romero, también preso, líder del clan narco del barrio Nuevo Alberdi.

El jefe de Traumatología del hospital se mostró consternado por el hecho, al igual que la comunidad médica de la zona: “Conocía al muchacho, porque trabajaba acá. Es una situación muy desagradable, consecuencia de lo que estamos viviendo en el país”. (c5n)