El fatídico hecho ocurrió en marzo de este año en Nottingham, Inglaterra. El Tribunal de Nottingham sentenció a cadena perpetua a la mujer, identificada como Sarah Hansford, a perpetua, encontrándola culpable de asesinato, fraude e intento de robo.

Según pudo reconstruir la Justicia, gracias a las cámaras de seguridad de la zona y los testimonios de vecinos y amigos de la víctima, Hansford luego de asesinarlo, se rapó la cabeza, se puso su ropa y fue al banco para sacar la plata que su amigo tenía ahorrada.

Además, un día después del homicidio, Sarah se mostró festejando a los gritos en la calle del barrio inglés. Luego del hecho se quedó viviendo en la casa Barry junto a su cadáver que había escondido en el sótano. Su cuerpo fue encontrado dos semanas después del asesinato, ya que la familia se empezó a preocupar.
 

También, habló sobre la asesina y aseguró que “jamás podrá perdonarle la forma deshumanizada en la que se comportó con él”.

A su vez, Hansford jamás negó los cargos por lo que se la acusaba y aceptó su culpabilidad, pero se defendió diciendo que “Barry era una persona que merecía morir” porque “tenía tendencias pedófilas”. Dato que la Justicia no puedo comprobar.

De esta forma la sentenciaron a cadena perpetua y la detective Clare Dean, de la Unidad de Operaciones Especiales de East Midlands, felicitó a la familia de Barry por “su valentía”: “Espero que puedan encontrar algún consuelo en esta sentencia”, agregó.